Leyla y María Noemi, 1983
La profesora nos trata de explicar lo que es un símbolo, que es la puerta de la literatura medieval, pero todo estaba en desorden. La clase no era de literatura mediaval, sino el primer semestre de literatura moderna, con Dante a la cabeza. Huyke no se sentía bien en la Modernidad, sin embargo José Emilio González estaba como perz en el agua con Balzac, en el segundo semestre que tomamos antes del primero. La maestra se sentía tan mal que Leyla me insultó: ¨mi madre es estilista y por ella sé que tienes el pelo malo¨. Noemí, como otras veces, me abrazó y aunque era casada ya, hasta me llevó lejos de allí, al apartamento donde se hospedaba su padrastro cuando era estudiante. La maestra prefirió darnos una ficha sobre los símbolos, el libro de Auerback, Alegorisis. Tardé una eternidad en comprender que la metáfora es el reemplazo de una imagen visual por otra que explica mejor la primera. El símbolo es el reemplazo de una cadena causal por otra cadena causal, pero se cree que en el mejor de los casos el fenómeno que se quiere explicar debe convertirse en algo más sencillo que una serie de eventos. Esto es, una imagen visual.
Marla y ella, 2003
El profesor Ríos tiene la esperanza de que nos va a poder explicar bien algo igual de oscuro que el símbolo, que es la metonimia. Se le explica cerca de la metáfora, igual que los horticultores que siembran la cruz de malta cerca de la compleja relación entre el anturio y el crotón, que es una simbiosis milenaria. Desde que hay Historia escrita, la Humanidad ha sembrado el arbusto cerca de esa enredadera sin semilla y el anturio, que la ayuda a dispersarse con sus espigas, sin que la enredadera deje de ser el griego crotón y el anturio la vieja planta sexual. Igualmente, los profesores siembran la metáfora cerca de la relación compleja. Se le llama símbolo a esa relación en un piso, y metonimia en otro piso. Pessoa incluso hasta mencionaba la escalera que conectaba los dos pisos.
Primero nos mencionó una cuestión bien concreta, la variación consonante de dos palabras que ilustran concretamente la idea de lo que es metonimia. Hay semejanza gráfica con una variación imperceptible, como en elíptica y eclíptica, pero semanticamente las dos palabras son inconmensurables. Una no tiene nada que ver con la otra, sin embargo la similaridad gráfica y la diferencia inocua de una simple consonante nos puede dar una idea de lo enigmático y antiquísimo que debe ser el dato etimológico. La muchacha se inquietó porque en el primer piso del Departamento de Literatura se organizaba un hangout. El cuento de Rodríguez Escudero sobre su relación con Evelyn, su novia, narra la historia de un hangout. Ahora son cibernéticos los contubernios. En el segundo piso de la escuela, sin embargo, se repartía un handout, que no tiene nada que ver con el hangout. El handout era el mazo de fotocopias que regala el profesor.
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