Pensaba conocerla, faltaba nombrártela
Se lo dije a mi padre, y estaba contigo
Pero no sé de nada que aminore mi tedio
Ese retraso nos rendirá sus rudos cuerpos de mala manera;
Aún así el estrés no se irá enseguida
Y todo alegato de que es necesario esperar
Es llorar tarde porque hay que llorar
Horacio de Corneille, Tercer Acto, Tercera Escena
¿Amor, quizás, o tengo la estima por el suelo?
Su secreta mordida está a la vuelta de la esquina,
Ahora que le conviene llamarse de cualquier manera.
Qué puede importar. Él ve, él va, él sueña, él toca.
La silla quedó justo al lado del lecho en donde duermo.
Así pude verlo salir a otro destino.
El cementerio Marino de Paul Valéry, Estrofa XX
Suelo decirme- de cuándo en vez- Clov querido,
Lo que haría falta verte sufrir menos que yo,
Si quisieras que yo te dejara salir de aquí
El día menos pensado.
Fragmento del monólogo de Clov,
Final de Juego de Samuel Beckett
La tierna y peligrosa mirada del amor
La tierna y peligrosa
Mirada del amor
Se me apareció una tarde
Después de un largo día
Se trataba de un arquero
Y su arco
O acaso de un músico
Y su arpa
Quién sabe
Lo único que sé
Es que él me hirió con una flecha
O quizás con una canción
Todo lo que sé
Es que me hirió de corazón
Y que todos los días
Y por siempre seguirá supurante
Y más que supurante
Esa herida de amor
Historia de Jacques Prévert
El rifle
Las flores del jardín las fuentes de agua las sonrisas
Y la dulzura de estar vivo
Un hombre está en la tierra y se baña en sangre
Los recuerdos las flores las fuentes de agua los jardines
Los recuerdos infantiles
Un hombre está en la tierra comoun paquete sangrante
Ls flores las fuentes de agua los jardines los recuerdos
Y la dulzura de estar con vida
Un hombre está en la tierra como un niño durmiente
Otra historia de Jacques Prévert
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